miércoles, 2 de noviembre de 2011

Te miro a los ojos, me acerco a tu boca, te beso y más tarde dejo de besarte para abrazarte.

Recorro cada rincón de ésta con la mano, subo hasta los hombros y desde allí voy bajando, poco a poco hasta llegar a ese  punto donde la espalda pierde su casto nombre.



Te sonrío y tú haces lo mismo mientras me miras a los ojos, y es en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo pasan una vez y que hay que aprovechar las pocas oportunidades buenas que te da la vida.


La oportunidad de estar contigo es una oportunidad que no seré capaz de desaprovechar, si lo hago que alguien me insulte.

1 comentario: